La música a través del mundo

En esta lista hay canciones que provienen de diferentes partes del mundo, diferentes países, diferentes continentes incluso. A pesar de haber tanta distancia entre los artistas, todos logran crear piezas musicales que resuenan y unen a quienes las escuchan. Con canciones como ‘Marcy Avenue’ de Hause Plants, ‘Bridge to Eden’ de Bjorn Rydhog, ‘Bloody Snow’ de ODC y ‘Don’t Answer Me’ de Subway Rat.

‘Marcy Avenue’ de Hause Plants, es el tercer single de su EP ‘Field Trip To Coney Island’, que nos trae una bella historia de amor personal de la banda, la cual retrata sobre el tiempo que vivieron en Brooklyn. Este single toma elementos pop que combina con un poco de punk, lo cual resulta en un ritmo feliz y energético, que en lo personal me gustó muchísimo. Una primera probadita del talento que carga y todo lo que tienen para ofrecer, que sin duda, provoca que les preste más atención en el futuro.

‘Bridge to Eden’ de Bjorn Rydhog nos trae una pieza del otro lado del globo, desde Suecia. La pista ofrece un viaje transformativo que entrelaza temas divinos y consuelo en tiempos difíciles. Esta canción carga con un nombre importante detrás, ya que el colaborador de Kanye West, Adam Kagan es el productor de la pieza. Un viaje musical experimental, épico, relajado que usa el pop a su voluntad para crear un sonido único en conjunto con los instrumentos que emplea.

‘Bloody Snow’ de ODC nos trae una mezcla única de metal y rock desde Francia, que hace uso de inspiraciones pasadas y presentes, para traer su propia propuesta a la mesa, que sin hablar mucho de la canción, es algo muy fascinante e interesante de escuchar. Logra un sonido eléctrico que se fusione increíblemente bien con la voz del cantante principal Celia Do, que te logra transmitir emoción a lo largo que avanza la canción.

‘Don’t Answer Me’ de Subway Rat, nos presenta la primera balada del artista que es triste y calmada a la vez que logra pegar en la emoción de la forma correcta, haciendo uso de emociones tranquilas, emotivas y emo. Un ejemplo emotivo, poderoso de cómo las canciones pueden hablar de historias que resuenen con las personas, tratando temas románticos a través de una melodía melancólica que se quedará en tu cabeza un buen rato.